Limpios.-

Conocen de memoria el pasillo de detergentes y lustramuebles de los supermercados, son asiduos de las duchas y lavamanos y sus mejores aliados son el cloro y el jabón.
Han convertido a escobas, traperos, aspiradoras, antigrasas, plumeros y esponjas casi en miembros de su familia con tal de acabar con la mugre que los rodea. Todo para lograr un objetivo mayor; desinfectar al mundo.

For The Time Being

I need u love

Suicidas.-

No toda la gente quiere vivir. Hay quienes llevan a la práctica en sí mismos el impulso de muerte q Freud estableció hace un siglo y que, en menor medida que la fuerza vital, mueve al hombre desde su aparición en este mundo. Ellos no quieren más.
Muchos, si fracasan, lo intentan de nuevo. Algunos viven para contarlo y se reponen de la autoextinción para encontrar una respuesta, un consuelo o dejar un testimonio que por contradictorio; "perpetúe" su existencia.

Leguyelo.-

Un leguyelo es primero que nada un obsesivo y luego un autodidacta. Hombre de letra chica y amigo de pleitos, suele verse en la biblioteca nacional revisando viejos decretos. Aburre a los demás, por lo que se considera un incomprendido. La sección "cartas al director" de los diarios es su tribuna, su palestra más frecuente. Aunque francamente la terminologia ya podria aplicarce a cualquiera que tenga una razón; el leguyelo siempre tiene algo que alegar, una causa pendiente por la que luchar, un derecho sobre el cual reclamar justicia.

Mitómanos.-

Mienten porque algo les duele, o porque quieren que duela. Mienten porque la verdad es áspera, porque el mundo es aburrido, porque están locos. Mienten con descaro y sin medida, mienten como respiran, y no pueden evitarlo...

Trentemoller - Moan